Guernica. El lienzo y la «Proporción áurea».


 

 

“guernica era madrid” consta de 20 entradas mediante las que se demuestra que Picasso pintó el bombardeo de Madrid y del Museo del Prado en el mural que tituló “Guernica”. En él aparece, además, el conflicto que mantenía con tres mujeres: Teresa Walter, Dora Maar y Olga Khokhlova. Para realizarlo se inspiró en los tres Grandes del Prado: el Greco, Velázquez y Goya.

 

Cuando un artista comienza una obra, debe calcular en qué punto situar el peso de la composición, para que resulte equilibrada, bella y armoniosa. A ese punto se le denomina «punto áureo«. Es el lugar que atraerá la vista del espectador y a partir del cual recorrerá la obra con la mirada. Ese punto era conocido de forma intuitiva desde la antigüedad grecorromana y en 1509 el fraile Luca Pacioli lo estableció matemáticamente multiplicando cada lado del objeto artístico por 0,618.

Dora Maar (fotógrafa amante de Picasso) realizó por deseo de éste ocho fotografías que recogen la evolución del lienzo.

En la primera (única que tiene fecha, 14 de Mayo)  vemos aún restos de las líneas que ha marcado el pintor en su búsqueda intuitiva de la «proporción áurea» (indicadas por medio de flechas en el margen superior).

 

                                                   

El lienzo tiene 351 x 782 cm.  y el «punto áureo» lo sitúa en el corte vertical del vientre de la yegua, una cesárea. Es el centro de atención; es la esencia de todo el cuadro. Todo lo demás gira a su alrededor dependiendo de él.

En el boceto «III, 1º Mai 37» Picasso dibuja 4 yeguas preñadas. En una de ellas aparece un ventanal en su abdomen (1), mientras que en otra (2) lo que apreciamos es la salida del intestino a través de un corte que parece quirúrgico, una cesárea.

             

En el boceto sexto del 1º de Mayo de 1937, del corte quirúrgico sale Pegaso, el caballo alado de la mitología griega que en las planchas para aguafuerte de Enero 37 representa al Arte.

                                 

La yegua preñada representa a la Pinacoteca del Prado y el corte quirúrgico el lugar por donde saldrá su contenido, las obras de Arte (Pegaso) para ser puestas a salvo de los bombardeos que sufrió Madrid desde finales de Agosto de 1936 hasta Enero de 1937.                                                       

     «Toda mi vida como artista ha sido una lucha constante contra la muerte del arte. Todos estamos enterados del bárbaro bombardeo del Museo del Prado por parte de los aviones rebeldes y todos sabemos también que los milicianos lograron salvar los tesoros artísticos con riesgo de sus vidas» (P. Picasso).

Esto es lo que nos muestra Picasso en el lienzo que llamaría «Guernica», los bombardeos de Madrid por la Legión Cóndor, la destrucción de la pinacoteca del Prado y la salida de las obras de arte para ser puestas a salvo.

En esta primera foto de Dora Maar

             

Picasso ha llevado al lienzo el estudio de composición fechado el 9 de mayo de 1937, aunque  cambiando el concepto de una figura y la posición de dos de ellas.

De las líneas que ha utilizado para situar la «proporción aurea» la segunda vertical desde la izquierda divide al cuadro en dos mitades, separando dos aspectos de la «circunstancia» del pintor: todo lo que queda a la izquierda se refiere al plano político-artístico

                                        

y todo lo situado a la derecha al personal-familiar.

               

                                              

Es decir que, aunque cumple con un encargo, el mural se refiere a él mismo y a su circunstancia.

En la mitad izquierda aparece su autorretrato a modo de toro, como en el boceto del 9 de Mayo. Bajo él la madre con el niño muerto, que representa a la República española (con los hijos de la patria muertos por los militares rebeldes). Está situada

                   

                                             

dando la espalda a la yegua y a los edificios en llamas (de Madrid), como hizo el gobierno republicano al huir de Madrid a Valencia tras comenzar los bombardeos sobre la capital. La orienta huyendo de la escena central al tiempo que la dirige hacia el toro en actitud demandante: el gobierno republicano solicitó apoyo económico y propagandístico de artistas  como Picasso para conseguir la ayuda internacional y el artista no olvida este detalle.

De los edificios en llamas, vemos que escapa el águila de la Alemania nazi, los autores del bombardeo.    Años después,

                               

preguntado por militares alemanes «¿ha hecho usted esto?», Picasso respondió «no, han sido ustedes», en clara alusión al bombardeo de Madrid llevado a cabo por la aviación alemana.

La yegua preñada, de rodillas, retorciéndose de dolor presenta un corte limpio y vertical, es una cesárea por donde se podrá sacar su contenido; es el «punto áureo», es la Pinacoteca del Prado alcanzada por nueve bombas incendiarias, «preñada» de obras de arte.

En el suelo, la  víctima  aparecida en el estudio «(V) del 2 de Mayo»

                                   

convertida en brazos con el puño en alto el día 9 de mayo, semejantes a los aparecidos el 19 de abril,

                       

 

sigue siendo víctima

                       

pero en la figura de un miliciano tambien con el puño en alto ; en su mano izquierda el «bisturí» con el que hacer el corte a la yegua, «con riesgo de su vida«.

En la mitad de la derecha vemos el conflicto que Picasso mantiene con las tres mujeres con quienes comparte esta etapa.

                                    

Mª Teresa sigue siendo la «Mujer oferente«, «Mujer con vaso»,

                     

 

su inspiración, como en Minotauromaquia.

Debajo, Dora y Olga. Ha corregido el boceto del 9 de mayo

             

intercambiando las posiciones de la República con la figura que sujeta un busto bicéfalo, el dios Jano, dios del presente y del pasado.

               

Éste deja de ser busto bicéfalo para convertirse, de forma independiente, en presente, Dora Maar, que aparece con uno de sus ridículos tocados y su pasado, Olga, a quien quema sobre una pira de leña: «cuando tengo una nueva mujer, a la anterior la quemo; es la forma de borrar ese pasado» P. Picasso.

                                 

 

Mantiene la figura de Franco pero  amortajado bajo Dora. Para evitar el hedor que desprende el cadáver coloca una flor en la mortaja, flor que variará de significado al final del proceso creativo.

A su lado aparece otro cadáver, el de un aguila nazi.

                     

                                                   

«No, la pintura no existe sólo para decorar paredes. Es un arma de guerra, ofensiva y defensiva frente al enemigo«(P.R.P.) .

Conclusión: A partir del 14 de Mayo lleva al lienzo el boceto fechado «9 Mai 37» cuyo sentido es el mismo que expresaba en los primeros de 18 y 19 de Abril: la destrucción del Arte y del Patrimonio artístico por los militares rebeldes. Ahora, vemos Madrid ardiendo tras el  bombardeo y al Museo del Prado alcanzado por las bombas. El Gobierno republicano huye con su hijo muerto en brazos (los hijos de la República, «les enfants de la Patrie» muertos por los sublevados); en su huida solicita ayuda de los artistas. Los milicianos que quedan en Madrid protegiendo las obras de arte están poniendo en riesgo sus vidas.

En cuanto a su vida privada, que aparece en la mitad derecha, Mª Teresa sigue siendo su inspiración; a Olga Khokhlova la quema porque le está haciendo la vida imposible al reclamar parte de su obra en un Convenio Regulador inaceptable por el artista y a Dora Maar la representa en actitud suplicante con sus extravagantes tocados.

 

 

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